
por Bárbara Muscionico
Estamos acostumbrados a utilizar el coche a menudo, por comodidad o por necesidad.
El coche nos permite ser independientes y autónomos… pero ¿una futura madre puede seguir conduciendo? Eso sí, si el embarazo no tiene riesgos particulares, con pequeñas precauciones, un poco de sentido común y prudencia, ¡todo puede seguir como hasta ahora!
Sobre todo al principio del embarazo, en el primer trimestre, puedes sentir una sensación de somnolencia y agotamiento, por lo que cuando empieces a conducir es bueno tener en cuenta tu estado físico en ese preciso momento y la duración del viaje.
Conducir un coche durante el embarazo, algunos consejos
Es útil planificar paradas cada hora y media de viaje para favorecer la circulación en las piernas, y tratar de colocar cómodamente el cinturón de seguridad. De hecho, el Código de Circulación establece que las mujeres embarazadas también utilizan los sistemas de retención de automóviles y precisamente para que su uso sea más cómodo, existen en el mercado dispositivos específicos que ayudan a la futura madre a sentir menos presión en la barriga. Segundo El arte. 172 del Código de Circulación, solo mujeres embarazadas con riesgos especiales, si está en posesión de un certificado médico (para llevar en el coche) de su ginecólogo que certifique la peligrosidad derivada del uso de los cinturones de seguridad, están exentos de uso.
Moverse con varios medios de transporte durante el embarazo
En el segundo trimestre, que es definido por muchos como el trimestre de la tranquilidad, la futura mamá se siente mejor, las náuseas se acaban, el sueño y el cansancio suelen ser un recuerdo. Incluso en este período la conducción, si es de nuestro agrado, se puede realizar con facilidad, recordando siempre tomar descansos para no cansarse en exceso.
Es sobre todo en el tercer cuarto cuando puede haber cierta dificultad en la conducción: la barriga empieza a ser muy abultada y el asiento tiende a alejarse del volante, en detrimento de la postura de los brazos que quedan en tensión. .
También en este caso es importante escuchar a tu cuerpo y decidir en el momento si conduces o vas acompañado, para no cansarte innecesariamente.
Durante el embarazo es bueno evitar caminar
caminos accidentados
limitar al máximo las tensiones innecesarias, aunque el niño esté bien protegido por el líquido amniótico que "amortigua" los movimientos del coche.
La regla general, como en toda gestación, es tratar de aprender a escuchar tu cuerpo y a recoger los mensajes que nos envía, recordándonos ser prudentes en la conducción y nunca subestimar nuestra condición: dentro de nosotros tenemos una maravilla para ser proteger