
Contenido
- 1 Desarrollo del recién nacido: motricidad y postura
- 2 Desarrollo del recién nacido: los movimientos finos
- 3 Desarrollo del recién nacido: audición y habla
- 4 Desarrollo del recién nacido: vista
- 5 Desarrollo infantil: relaciones y juego
Nuestro “viaje” continúa en el fantástico mundo del desarrollo del recién nacido. Un mundo hecho de sorpresas y noticias que nunca fallan y que hacen brillar los ojos de toda madre. El segundo semestre de la vida de un niño está lleno de experiencias fundamentales: pueden ser las primeras palabras (generalmente mamá o papá), la forma de gatear por la casa o, en algunos casos, los primeros pasos tímidos. Y vosotros estaréis allí, testigos de grandes progresos.
En cuanto a los primeros 6 meses, se aplica la misma regla y es que… no hay reglas. Cada niño alcanzará las etapas fundamentales del desarrollo con sus propias formas y tiempos. ¡No se alarme si sus compañeros se le adelantan! Cuando son tan jóvenes es difícil establecer parámetros iguales para todos. En cualquier caso, las visitas periódicas al pediatra también sirven para entender si todo va bien.
Desarrollo del recién nacido: motricidad y postura
7-8 meses
Cuando está acostado, puede cambiar de posición, de boca abajo a boca abajo, rodando sobre su costado. A esta edad, el niño suele estar sentado un rato, incluso unos diez minutos, sin apoyo. También es capaz de inclinarse hacia adelante para atrapar un objeto mientras mantiene el equilibrio. A menudo comienza a gatear y moverse, gateando o gateando. Las piernas ya pueden soportar su peso.
9-10 meses
Cuando está sentado, permanece en perfecto equilibrio. Cuando se apoya, se mantiene erguido, pero tiende a caer hacia atrás. Esto sucede por ejemplo en la cuna: es fácil encontrarlo de pie y agarrado a los barrotes. Pero poco a poco aprende a sentarse, sin tambalearse ni caerse. Puede suceder que los experimentos de gateo sean incorrectos, aunque muy divertidos: puede que lo veas ir "al revés" o que se mueva hacia un lado, arrastrándose sobre su culito. Sin embargo, descubrió su habilidad para moverse y esto lo hace feliz.
11-12 meses
Sentado ya no tiene ningún problema: se mantiene erguido sin caerse, gira, gira el torso, se inclina hacia los lados. Pasa mucho tiempo jugando de esta manera. Ahora gatea rápidamente y se mueve de una habitación a otra con bastante rapidez. Se levanta apoyándose en un soporte y luego se sienta. Le gusta mucho estar de pie y trata de hacerlo durante mucho tiempo, agarrándose de algo (por ejemplo, muebles) o de las manos de un adulto. Cogido de la mano, camina y, los niños más precoces, hasta lo hacen solos.
Muy importante: cuando está a cuatro patas puede subir y bajar escaleras. Máxima atención, mamás!
Desarrollo del recién nacido: los movimientos finos
7-8 meses
El desarrollo del recién nacido es una evolución continua. El niño extiende la mano para agarrar objetos, también logra sujetarlos entre el pulgar y el índice y los pasa de una mano a la otra. La coordinación mejora: empieza a comer solo y trata de sostener la cuchara en la mano. Todavía no tiene mucha experiencia, por lo que incluso podría caerse: ten paciencia y déjalo intentarlo. Puede beber de una taza de dos asas y puede tocar objetos en una superficie para escuchar ruido. Indica con el dedo las cosas que le interesan o que le gustarían.
9-10 meses
La vista y la mano están perfectamente coordinadas, por lo que puede tomar lo que quiera, aunque sean objetos pequeños. ¿Uno de tus pasatiempos favoritos? Observa las cosas con cuidado, girándolas en tus manos, pasándolas de una a otra, aplaudiéndolas para hacer ruido. Otro juego muy popular es sacar todo el contenido de bolsas, cajones o cajas para observarlos bien y luego volver a colocarlos en su lugar. Ponga frente a un libro, intente hojearlo.
11-12 meses
Entre los juegos que prefiere está lanzar la pelota en una dirección específica o dar y tomar un objeto en/de las manos de alguien que está con él. Comienza a jugar juegos de enclavamiento, insertando las distintas piezas en los espacios correspondientes a la forma y el tamaño. Pasar las páginas de los libros de tapa dura.
Desarrollo del recién nacido: audición y lenguaje
7-8 meses
El niño gira precisamente hacia la fuente de un sonido. Ahora imita lo que hacen los adultos a su alrededor. Y es un momento crucial para el desarrollo del lenguaje. Une las sílabas, “habla” con su propio idioma y quiere hacer participar a su madre, sin esperar a que empiece. Intenta imitar su voz o los sonidos de los animales que te proponga. A menudo, incluso los reproduce por sí mismo si los ve en un libro o en vivo.
9-10 meses
Su "vocabulario" se vuelve más rico: no en palabras, por supuesto, sino en sonidos como "u" o "t". La imitación de lo que escucha continúa y emite sonidos articulados: tiene un lenguaje propio, evidentemente incomprensible para los demás. En algunos casos utiliza "ma-ma" o "pa-pa" para referirse conscientemente a sus padres, por lo que entiende muy bien el significado de algunas palabras. Por ejemplo, sabe exactamente lo que significa "hola" y sabe su nombre. De hecho, se da vuelta si alguien lo llama.
11-12 meses
A esta edad, el niño suele intentar decir algunas palabras que tienen un significado específico para él, como gato o perro. Si le preguntas dónde está un animal representado en un libro, te lo indica exactamente, pero se aburre si siempre le muestras lo mismo. Puede escuchar una historia corta hasta el final. Asiente o mueve la cabeza para decir sí o no a algunas preguntas.
Desarrollo del recién nacido: vista
7-8 meses
Observe atentamente lo que sucede a su alrededor y mire en la dirección de un objeto que cae. Si las figuras son muy sencillas y coloridas, muestra interés por los libros.
9-10 meses
Si deja caer un juguete u objeto, sabe dónde se ha ido, incluso si está fuera de la vista. Distingue detalles y colores de figuras en libros o periódicos y señala cosas que le son familiares. Reconoce remotamente las caras que le son más familiares.
11-12 meses
Es capaz de seguir las cosas con los ojos, incluso en movimiento rápido. Al aire libre le gusta observar los movimientos de personas, animales u objetos: niños jugando, perros corriendo, coches o autobuses que se mueven pueden ser una fuente de atracción muy fuerte, incluso durante mucho tiempo.
Desarrollo infantil: relaciones y juego
7-8 meses
Muestra un gran afecto por los miembros de su familia, mientras que no le gustan los extraños. Puede haber una especie de crisis de ocho meses en la que se sienta muy desprendida de sus padres, llorando si se alejan. Entiende el significado de "no". Saluda con la mano y pasa las cosas a los demás. Siga explorando su cuerpo, por ejemplo, llevándose los pies a la boca. Agite sonajeros o golpee objetos para hacer ruido. Si ve un juego escondido, puede encontrarlo.
9-10 meses
Comuníquese de manera consciente, dejando en claro si no le gusta algo. Por ejemplo, se pone las manos en la cabeza si no quiere que lo peinen o en la boca si no quiere comer. Comprende instrucciones sencillas y responde haciendo lo que se le pide. Aplaude y mueve los brazos cuando escucha música. Participar activamente cuando tenga que vestirse, metiendo el brazo en la manga o el pie en el calcetín. Le gusta dejar caer objetos, lo que puede hacer durante mucho tiempo, por ejemplo desde la trona, y los mira con atención.
11-12 meses
Es la era del niño "bailarín". Cuando escucha la música mueve todo su cuerpo. Se divierte mucho jugando juegos que relacionan opuestos: dentro/fuera, suave/duro, caliente/frío. En esta fase, comienza a comprender el principio de causa y efecto: si deja caer un juego, caerá al suelo; si cierra dos tapas, harán ruido; si golpea con las manos en el agua del baño, provocará salpicaduras. Inventa juegos imaginativos sencillos, como fingir beber o peinarte.