Piel del recién nacido, cómo cuidarla desde que nace

Contenido

  • 1 Piel e higiene del bebé
  • 2 Piel de bebé: elige los productos 
  • 3 Piel del recién nacido y pañales
  • 4 Cambiar el pañal
  • 5 Piel y baño del bebé
  • 6 Toallitas húmedas: cuándo usarlas
  • 7 Piel del recién nacido: problemas comunes
  • 8 Elige las telas adecuadas

Es lo primero que les tocamos a nuestros bebés recién nacidos. Lo acariciamos, lo besamos, lo olemos y cada vez que lo hacemos nos enamoramos más y más. La piel del bebé tiene algo mágico y es capaz de atraernos en cualquier momento. También hay que decir, sin embargo, que es de un manjar único. Se agrieta fácilmente, se enrojece, a veces incluso aparecen llagas. Y, por lo tanto, es correcto cuidarlo desde el primer día. Veamos cómo hacerlo juntos.



Piel e higiene del recién nacido

Puede parecer obvio para muchos de ustedes, pero no lo es. La higiene de un niño muy pequeño no debe descuidarse, sino cuidarse todos los días. No es casualidad que las residencias de ancianos ya hospitalizadas se ocupen de nuestros bebés para lavarlos y no solo después del nacimiento. Una vez llegue a casa del hospital, tendrá que esperar a que se le caiga el cordón umbilical para bañarse, pero es cuestión de unos días.

Mientras tanto, la limpieza debe hacerse todos los días. Absolutamente obvio cuando se trata de cambiar pañales, pero también afecta a las manos, los ojos o las orejas de los pequeños.

Piel del recién nacido: elección de los productos 

Como decíamos al principio, la piel de nuestros pequeños es sumamente delicada. Por supuesto, hay algunas diferencias, pero en general se aplica a todos. Para lavarlos, por tanto, debemos tener el máximo respeto por su piel, teniendo en cuenta también que los sistemas de protección aún no están completos y que la capacidad de absorción es muy alta.



¿Qué productos elegir? La primera (y quizás la única) regla es que contienen la menor cantidad de productos químicos posible. El riesgo es que provoque una inflamación que puede ser muy molesta. Las reacciones alérgicas también pueden ocurrir en los niños más sensibles.

Aprender a leer las etiquetas de los jabones y los baños de burbujas se vuelve fundamental. Es necesario conocer la denominada Inci (Nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos), que es la nomenclatura que, a nivel internacional, se le da a los componentes de los cosméticos. Por ejemplo, ¿sabías que el primer ingrediente que ves escrito en la etiqueta es el que está presente en mayor cantidad?

Entre los que hay que evitar encontramos:

  1. Surfactantes derivados de la refinación del petróleo (se escriben como Laurilsulfato de sodio, Laurilsulfato de sodio, Laurilsulfato de amonio y otros). Es mejor preferir productos que contengan tensioactivos naturales y vegetales, como Coco glucoside, Decyl glucoside.
  2. Otros ingredientes derivados del petróleo como Paraffinum Liquidum, PEG y PPG, aceite mineral, vaselina.
  3. Ingredientes altamente contaminantes como EDTA, MEA, TEA, MIPA.
  4. Ingredientes altamente alergénicos (ejemplos son Triclosan e Imidazolidinyl urea, DMDM ​​​​Hydantoin, Metilisotiazolinona y Metilcloroisotiazolinona, utilizados como conservantes).
  5. Siliconas como Poliquaternium-80, Dimeticona y Amodimeticona.

Piel del recién nacido y pañales

Elegir el pañal adecuado no es tan sencillo. El problema no es solo la capacidad de retener el pipí y la caca, sino también el no irritar la piel del bebé. Y aquí hay un discurso muy subjetivo. Para algunos, cierta marca será perfecta, mientras que para otros puede resultar molesto. Pruebe varios y encuentre el adecuado para usted. También existe la posibilidad de los pañales lavables, que tienen muchas ventajas (en primer lugar que son de algodón, por lo que respetan más la piel), pero requieren más esfuerzo.


Cambio de pañal

Es la operación que se hace varias veces al día cuando se tiene un niño muy pequeño. Pero es muy importante mantener los genitales y las nalgas secos y limpios. Las rozaduras del pañal pueden ser muy molestas y es buena idea cambiarlas en cuanto estén sucias o muy mojadas.


¿Cómo lavar a nuestros bebés para proteger su piel? Basta un poco de agua tibia y, como máximo, una gota de jabón líquido neutro diluido en la mano con agua, para que sea aún menos agresivo. Para secar al bebé, es mejor acariciar con una toalla suave o, mejor aún, una toalla de algodón: no frotar, sobre todo si ya hay algo de rojez.

Si la piel está irritada o agrietada, se puede aplicar un poco de crema de óxido de zinc. Un poco es suficiente. Es muy pastosa y corres el riesgo de ensuciar todo y tener que lavar al bebé desde cero.

Baño para la piel del recién nacido y del bebé

Una vez caído el muñón, luz verde para el baño. ¿Con qué frecuencia lo haces? Depende de ti. Si es un momento de relajación o si es parte de una rutina establecida (baño/comida para bebés/hora de acostarse) nada impide hacerlo todos los días, pero ciertamente no es una regla. También se puede hacer solo 3-4 veces por semana.

El baño de burbujas debe ser muy delicado, sin perfumes ni sustancias agresivas para la piel del bebé. En caso de piel agrietada, que por tanto necesita estar muy hidratada, se puede optar por aceite de almendras o almidón de arroz. Tienen la capacidad de suavizar la piel y enriquecerla. Los mismos consejos también son buenos para el cabello. Champú ligero, no todos los días y sin frotar demasiado.


Después del baño, nada de perfumes ni talco. Solo corren el riesgo de causar alergias, dañar la piel u obstruir los poros.

Toallitas húmedas: cuándo usarlas

La respuesta es fácil: cuando estás fuera de casa y por lo tanto no tienes la oportunidad de lavar bien a nuestros hijos. En definitiva, son para usarlos como "bidé de emergencia" cuando salgas de paseo o al centro comercial. Mejor no convertirlo en un hábito. Y no solo por el coste de las toallitas, sino porque a la larga no son buenas para la piel del bebé. Incluso los más delicados, quizás orgánicos, no son como un buen chorro de agua tibia.


Piel del recién nacido: problemas comunes

Desde el nacimiento es necesario esperar alrededor de un año para que la piel del bebé sea menos frágil de lo que parece al nacer. Por ejemplo, ¿alguna vez ha notado lo delgado que es inmediatamente después del parto y cómo tiende a descascararse? Es absolutamente normal y fisiológico que esto suceda y suele desaparecer muy pronto. El pediatra puede aconsejarte suavizarlo con alguna crema, pero generalmente no se necesitan medicamentos.

Son muchos los "problemas" de la piel del recién nacido, aunque no todos los padezcan. Van desde el acné neonatal (muchas espinillas en la cara, reacción a las hormonas de la madre), hasta la dermatitis atópica, la dermatitis del pañal y la costra láctea. Es recomendable pedir consejo al pediatra que seguro encontrará la solución más adecuada.

Elige las telas adecuadas

Todo lo que entre en contacto con la piel del bebé debe ser suave y posiblemente de fibra natural. De ahí la importancia de elegir bien los tejidos de los vestidos. El algodón, el lino y la seda son perfectos y difícilmente pueden causar irritación u otros problemas. Los sintéticos, por otro lado, pueden no permitir que la piel respire. Esto tampoco es bueno para los adultos. Y mucho menos, por lo tanto, para un niño tan pequeño, es mejor evitarlos. También preste atención a la lana directamente en contacto con la piel. Esto también podría causar cierta molestia.

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