
Cuando un niño es separado de la madre.
Una pianetina nos envió una carta contándonos su historia: le quitan a su hijo a instancias del Juzgado de Menores después de algunos informes de los trabajadores sociales. Pero cuáles son los derechos y deberes de los padres en estos casos delicados, cuando un niño es quitado de la madre? Nuestro abogado responde.
“Le escribo para contarle mi historia y pedirle una opinión a su abogado: mi esposo me abandona hace unos años y me quedo solo con mis hijos desde hace unos años. Al encontrarme en apuros financieros, pido ayuda a Trabajadores sociales quienes a cambio me piden que haga trabajitos en el país donde vivo y empiezan a controlarme en todo: desde la educación de mis hijos, hasta mi vida personal, invitándome a divorciarme. Cuando uno de mis hijos comienza la escuela primaria, los maestros informan a los trabajadores sociales que el niño es demasiado activo e inquieto en la escuela. A partir de ese momento comienza un período difícil y atormentado: mi hijo es rechazado y los asistentes me aconsejan que lo lleve a un neurosiquiatra. El niño sufrió porque en la escuela lo acusaron varias veces de ser un gamberro y de querer lastimar a sus compañeros. Estuvo detenido varias veces y también estaba harto de ir a sesiones de neuropsiquiatría.
Tras un silencio total de los trabajadores sociales, que se prolongó durante unos meses, el niño me es arrebatado por decisión del Tribunal de Menores quien repetidamente me pidió que comenzara un curso de terapia con mi hijo. ¡Pero lo hice! Además, la situación había mejorado recientemente, desde que encontré trabajo, no me faltaba nada para mi hijo y mi esposo había regresado a casa. Cuando pregunté el motivo de esta decisión me dijeron que habían tenido en cuenta el hecho de que estaba sola, que el lugar donde vivía no era adecuado para criar a un hijo y que habían considerado mi pasado, no solo el presente. También me acusaron de maltratar y golpear a mi hijo después de la escuela. Pero no hay pruebas, ni registros hospitalarios que lo certifiquen. Me dijeron que ahora puedo verlo cada 15 días, y en cambio a veces hasta se saltan el mes. Así que no cumplieron sus promesas. ¿Que recomiendas? ¿Que puedo hacer?"
Lea también: ¿Cuándo traer a un niño del psicólogo?
¿Qué dice la ley?
El artículo 1 de la Ley 149/2001 dice:
El menor tiene derecho a crecer y educarse dentro de su propia familia.
El Estado nunca priva a los padres de su preciado papel si no existen razones sumamente graves e importantes. El interés a salvaguardar a toda costa es el bienestar de los niños, quienes deben ser absolutamente protegidos ante situaciones que pongan en peligro su integridad psicofísica. Según la ley del país, la familia de origen siempre tiene el carril preferencial salvo faltas muy graves por parte de los padres.
Sustracción de menores, las causas
- Una de las causas que, según los jueces, suele justificar el secuestro de un menor de su propia familia, es el presunto "Incapacidad de los padres", entendida como la falta de posesión por parte de los padres o un progenitor de un conjunto de recursos, conductas y actitudes que les permitan cuidar adecuadamente a sus hijos.
- Además, lo que sea comportamiento o incluso actitud verbal fuera de la "norma", manifestada por un niño (ej. cierre de carácter, dificultad para relacionarse con los compañeros, agresión excesiva) puede interpretarse como un síntoma de malestar causado por el maltrato o abandono sufrido en la familia.
El papel de los trabajadores sociales
Entran en juego así trabajadores sociales, que tienen la tarea de salvaguardar los intereses y derechos de los menores y deben hacer todo lo posible para combatir y denunciar ante la autoridad competente las situaciones de privación en la vida de los niños. Para ello, el trabajador social debe realizar un análisis preciso y detallado de la situación real en la que vive el niño, realizando entrevistas a todas las personas que interactúan con él y utilizando los medios a su alcance como, por ejemplo, visitas domiciliarias.
Cuando el análisis muestra que el riesgo que corre el niño es sumamente grave e inminente, o el daño que ya sufre es de una entidad alta y debe ser detenido de inmediato, el Tribunal puede decretar y apelar la expulsión, que es una medida de protección para los casos más graves. Esta medida debe basarse en abusos graves y documentados con la adquisición de pruebas objetivas. Los Trabajadores Sociales se hacen cargo de la gestión total del menor, muchas veces sin proporcionar la información adecuada a los padres que a veces se concede un “derecho de visita.
Concepto que supone para el progenitor el derecho/deber de ejercer la patria potestad y para el hijo la valencia de la necesidad de desarrollo. Sin duda la de los auxiliares psicólogos es una importante labor de ayuda y apoyo a las familias y como tal es muy compleja y de gran responsabilidad. Por eso no puede ser admisible que trabajemos a la ligera y sin la debida atención porque inevitablemente el trabajo del trabajador social interfiere en la vida de una familia.
¿Pueden los trabajadores sociales estar equivocados?
Hay casos en los que (podría ser el tuyo) los trabajadores sociales no han actuado según su propio código ético pero también es justo señalar y destacar que, en la mayoría de los casos, hacen un gran trabajo. Es cierto: sucede que los prejuicios y valoraciones iniciales falsas o incorrectas de psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales, con formación errónea e inadecuada o poca competencia en el ámbito juvenil o familiar, llevan a crear situaciones de injusticia. De hecho, son muchas las historias que hablan de identidades familiares vulneradas y rotas, por decisiones judiciales que no siempre se ajustan a la justicia del caso concreto.
El secuestro legal de niños de familias, además de ser un fenómeno muy grave en sí mismo, es emblemático de las trágicas repercusiones internas y sociales a las que están expuestos todos los miembros de la familia. En su caso particular no es inteligente atribuir una injusticia sin mirar los análisis y las razones que llevaron a los asistentes y al Tribunal a tal “solución”. En casos extremadamente delicados como el suyo, es necesario contactar con un abogado especializado en derecho de menores que pondrá esta situación en conocimiento del juez de menores. Cuanto antes actúe para restaurar la verdad y la justicia, mayores serán sus posibilidades de proteger a sus hijos de errores e injusticias. Por lo tanto, le aconsejo que confíe inmediatamente en un abogado. ¡Buena suerte!